ROMOLI

El Romoli Hotel Roma es un encantador hotel de 3 estrellas situado en las afueras de Roma, ubicado idealmente a solo 20 minutos del centro de Roma en autobús, unos 15 minutos en metro, a pocos minutos del aeropuerto de Ciampino y a sólo un breve trayecto en coche de las ciudades de Castelli Romani ubicadas en las colinas.Completamente renovado, el Romoli Hotel Roma ofrece 42 habitaciones limpias, cómodas y luminosas. Las habitaciones Estándar están equipadas con baño privado con ducha, secador de pelo, toallero radiador y artículos de tocador de cortesía, conexión gratuita a Internet de alta velocidad Wi-Fi, aire acondicionado, calefacción, teléfono de marcación directa, caja de seguridad, televisión por satélite, terraza para habitaciones particulares.Bar hotel de estilo americano y una sala de desayunos luminosa y espaciosa.Propiedad tradicional. Cerca de ciudades medievales, restaurantes y bodegas de Roma o de Castelli Romani, la belleza de la preciosa campiña italiana; la residencia papal en Castel Gandolfo o la gran variedad de actividades deportivas para disfrutar de la zona. Romoli Hotel Roma lo tiene todo. El hotel tiene además completa accesibilidad para minusválidos, y la zona de aparcamiento privada supervisada y el bar del hotel implican que, literalmente, poco más se puede pedir.El vestíbulo es de tamaño medio y acogedor. El personal multilingüe está disponible 24 horas al día, 7 días a la semana en recepción y están dispuestos a ayudar a los huéspedes con información turística y de viaje, reserva de restaurantes y tickets. También pueden organizar servicios de transporte hacia el aeropuerto y las zonas circundantes.Situado a sólo 700 metros o 10 minutos a pie de la estación de metro de Furiocamillo, de la línea A, los pasajeros pueden estar en el centro de Roma a poca distancia a pie de la Basílica de Santa María la Mayor y el Coliseo, en tan solo 10-15 minutos. El Romoli Hotel Roma está también a 15 minutos del Coliseo en autobús, o menos en metro, con el que se puede llegar directamente a la Basílica de San Juan de Letrán, la Escalera Santa y la Basílica de la Santa Cruz, y luego a la dorada Basílica de Santa María la Mayor, antes de viajar a la Piazza Barberini y a la Fontana de Trevi, la Escalinata de la Plaza de España, Piazza del Popolo y rematar con la Basílica de San Pedro, los museos del Vaticano y la Capilla Sixtina. Todo en muy poco tiempo.